Fotografía de César Cid para la Guía Repsol
Somos tánata
Somos Ana Ferichola y Natalia Figueroa y juntas somos tánata, un taller de cerámica artesanal donde creamos fantásticas piezas a la vez que colaboramos con otros diseñadores.
Producimos objetos a la carta en nuestro pequeño taller de Madrid, combinando técnicas tradicionales e industriales y explotando al máximo el material cerámico. Además, somos especialistas en color.
Ana es española y Natalia colombiana, nacimos en los 80, ¡y nos encantan los Goonies!. Ambas amamos el arte, la naturaleza y los animales (especialmente los perros, que nos acompañan siempre en nuestras largas jornadas en el taller), las cosas bonitas y divertidas y las casas acogedoras donde uno se siente feliz y cómodo.
Nos conocimos en 2008, en la Escuela de cerámica Francisco Alcántara, en Madrid, después de habernos licenciado (Ana, estudió Periodismo y diseño, y Natalia, Artes Visuales y fotografía), así que desde el principio nuestro trabajo en común estuvo ligado al arte, el diseño y la comunicación.
En la escuela de cerámica descubrimos que nos encantaba hacer fotos, dibujar, modelar y crear con nuestras manos y nuestras cabecitas, y que juntas hacemos un gran equipo.
Nuestro trabajo es 100% hecho a mano: diseñamos y producimos nuestras cerámicas desde el boceto inicial hasta las piezas definitivas, pasando por los modelos, los moldes y los prototipos, en un proceso de producción a pequeña escala, pero continuo. Somos especialistas en color y esmaltes cerámicos, que nos gusta combinar y mezclar, aunque la aplicación sea todo un reto. Trabajamos cada pieza a mano, con mimo, una a una, y eso se nota en nuestros acabados, que intentamos que sean siempre perfectos.
En 2013, empezamos a desarrollar colecciones propias: utilitarias, en general, entrañables, divertidas y con mucho color. Teteras, jarras, vasos, botes, lámparas, percheros y también piezas puramente decorativas. Más que simples objetos de cerámica, nuestras piezas tienen ese punto de vida que las hace especiales. Nos gusta también rescatar objetos que el tiempo, la moda o el plástico han puesto en desuso, objetos que eran cotidianos en la vajilla de la abuela, como la mantequillera o la sopera. (De las que tenemos ya nuestra versión tanatil, claro).
Creemos que la calidad y la profesionalidad en el diseño no están reñidas con el humor y nuestras piezas son bonitas y tan útiles como divertidas.
Bienvenido a nuestro Universo, estás en tu casa.
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